Soy Mónica Serrano, Psicóloga Humanista especializada en acompañamiento a la maternidad consciente y la crianza respetuosa.
Observo que estamos cayendo muy frecuentemente en el error de dejar de tener en cuenta las necesidades de las madres para poder ver las de las hijas y los hijos. Es decir, estamos aplicando la misma dinámica de la crianza tradicional adultocentrada, pero a la inversa. Y esto está generando, como sucedía en los modelos de crianza tradicional, relaciones descompensadas.
Asimismo, se está produciendo otro fenómeno alrededor de la “crianza respetuosa” que reproduce el modelo violento tradicional y genera mucho malestar entre las madres y es el relacionado con los ideales de crianza y los cánones sociales de cómo debería ser una madre respetuosa.
Incluso en este modelo disidente en construcción que es la “crianza respetuosa” se ha impregnado la dinámica capitalista de exigencia de perfección, comparación social violenta y competición entre las mujeres.
Así, las mujeres que tratan de criar con respeto se encuentran el gran obstáculo que supone la construcción sin modelos de referencia asentados, pero con un ideal de perfección tan exigente que asegura la culpa, la vergüenza y la frustración.