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Muchos adultos me consultan sobre cómo reaccionar cuando otro niño agrede a su hijo. Generalmente se nos han transmitido ideas del tipo que los niños han de resolver sus conflictos entre ellos para aprender, que se autorregulan en lo social, que el adulto que interviene está sobreprotegiendo y, con ello, debilitando al niño, etc. También está muy generalizada la creencia de que aconsejar a los niños a devolver el golpe al agresor es la manera idónea de auto defensa. Nada más lejos de la realidad.
Los niños han de aprender a regular sus conflictos de una manera no agresiva y, para ello, necesitan el apoyo de una persona adulta. Además, necesitan aprender habilidades personales de autodefensa asertiva, lo cual también ha de modelarse por parte de un adulto.
La gestión de conflictos, la comunicación asertiva, el establecimiento de límites a los demás y la petición de ayuda son habilidades sociales que se desarrollan a través del aprendizaje social, desde la observación, la imitación y la experimentación.
Por lo tanto, cuando un niño recibe una agresión por parte de otro niño, es importantísimo que el adulto que esté a cargo de ese niño intervenga, apoyando al niño en la puesta de límite al niño agresor, ayudándole a expresar sus sentimientos y, sobre todo, ofreciéndole el amparo y la seguridad que necesita una persona que acaba de recibir una agresión.
Generalmente, si se presencia una agresión a un adulto por parte de otro adulto, se suele intervenir, buscar ayuda, evitar que la agresión se intensifique, etc. Cuando se trata de niños ya no se ve tan claro, de hecho, se permiten mucho más las agresiones a niños que a adultos.
Es necesario replantearnos estas creencias que sustentan educaciones violentas y desamparadas para empoderarnos hacia crianzas pacíficas, humanizadas y asertivas.
No permitir que agredan a nuestros hijos (aunque los agresores sean otros niños y por pequeña que sea la agresión), así como necesario no permitir que nuestro hijo agreda a otras personas es la base de una crianza empoderante y no violentada.
ACTÚA. NO SON COSAS DE NIÑOS
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Mónica Serrano Muñoz
Psicóloga especializada en Maternidad y Crianza Respetuosa. Crecimiento personal. Acompañamiento en momentos de cambio y crisis.
Asesoramiento. Terapia.
Directora de la Formación de expertas Maternidad Feliz-Crianza Respetada
Col. Núm. M26931
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