“Cuando dos personas se quieren se besan, se abrazan y se tocan y eso es el sexo”.
La pregunta “mamá, ¿qué es sexo?” suele ser una de las más esperadas y a la vez más temidas por cualquier madreque se precie. Y en general también suele ser la que peor se contesta, casi siempre por falta de reflejos.
El sexo es tabú, sigue siéndolo en nuestra sociedad supuestamente liberada y hablar con los hijos de sexo no es fácil, pero es importante.
“Cuando dos personas se quieren se besan, se abrazan, se tocan y eso es el sexo”. Cuando el niño es pequeño la frase de marras es una respuesta típica. Los padres, conscientes de que el sexo es tabú, poseídos por la vergüenza y las ganas de terminar cuanto antes el asunto soltamos lo primero que se nos viene a la cabeza. Y lo primero que se nos viene es lo que nos enseñaron a nosotros mismos, que el sexo es amor.
Así llegamos a la adolescencia y los chavales, con las hormonas a punto de ebullición y tras haber pasado una infancia absolutamente apartados de cualquier concepto que tenga algo que ver con la sexualidad, se encuentran con alguien que les resulta sexualmente atractivo y van y “se enamoran”. Locamente, además. Drama asegurado.
Explicar a los hijos que el sexo tiene que ver con la reproducción, pero que en la especie humana sobre todo, sobre todo, tiene que ver con el placer es difícil. Pero es el camino más seguro para evitar miles de problemas posteriores. El sexo es placer, sí. Y el placer, a pesar de lo que nos hayan hecho creer, es sano.
Las personas interesadas en profundizar en el acompañamiento adecuado del desarrollo sexual de las niñas pueden consultar el siguiente enlace, en el que se ofrece una videoconferencia sobre el tema.