Permitir la autenticidad.
Mostrar la propia autenticidad y vivir conectadas a ella es una necesidad primaria de la persona.
Permitir a las niñas y los niños ser auténticos, mostrarse, expresarse… es esencial para que su desarrollo como personas pueda darse íntegramente.
Permitir la autenticidad es aceptar incondicionalmente al otro, comprendiendo su derecho a ser, a expresarse, a desarrollarse, independientemente de que nos guste o no.
Las madres y los padres tienen en sus manos la delicada posibilidad de apoyar o anular la autenticidad de las personas en desarrollo que son sus hijos.
Venimos de generaciones de crianzas violentas anulantes. Ahora podemos asumir la responsabilidad del cambio y satisfacer la necesidad de autenticidad de nuestras niñas.
Mónica Serrano
Psicóloga Humanista