A veces da un poco de miedo hacer las cosas de determinada manera, especialmente si difiere de cómo se ha hecho siempre. Muchas lo hemos vivido en la crianza de nuestros hijos al separarnos del sistema tradicional.
Construir una autoestima incondicional implica atreverse a hacer las cosas de manera diferente, cuestionándose cómo se ha trabajado siempre, cómo se ha entendido siempre este concepto porque, al final, la forma de trabajar la psicología se basa en parámetros patriarcales, heteronormativos, capitalistas, racistas. Todo esto está dentro de cómo construimos nuestra identidad y de cómo hacemos psicología.
Es importante ser consciente de que muchos de los problemas individuales tienen un origen colectivo, social. Nos transmiten socialmente qué es lo sano, qué es lo tóxico, cómo se debe de ser…y vamos integrándolo todo en nuestra identidad.
Mucho del malestar individual procede de lo social y cultural.
Con la autoestima pasa lo mismo, se ha transmitido de generación en generación que una persona debe amarse cuando tiene éxito y debe reprocharse cuando fracasa.
Sobre esta base hemos construido nosotras la autoestima, desde ese premio-castigo, amor-rechazo, aceptación-reproche, en ese dualismo.
Así, el problema esta en la base, en esa autoestima entendida como condicionada al éxito.
La autoestima se ha construido socialmente como meritocrática y violentada, basada en premios y castigos, igual que en la crianza y educación tradicional. Está basada en el éxito y el fracaso y el mismo daño que esto hace en la crianza de nuestros hijos, y por eso nos hemos revelado, lo mismo sucede en la relación con nosotras mismas y la autoestima.
Porque la autoestima es lo esencial en cuanto al sentimiento de amor que tenemos con nosotras mismas. Y de ahí que sea esencial trabajarla interiormente. Igual que es esencial reflexionar, profundizar y repensar sobre crianza, es esencial hacerlo con la autoestima, con la relación con nosotras mismas.
Es fundamental revolucionar la autoestima como hemos revolucionando la maternidad y la crianza. Muchas mujeres en conexión, pensando juntas, compartiendo, reflexionando, profundizando, sosteniendo, para una crianza consciente y una maternidad pacífica. De alguna manera hemos hecho cultura y colectivo sobre la maternidad consciente y la crianza no violenta, pero nos ha faltado en nosotras, la relación con nosotras, la manera de conectar con nosotras, la manera de sentirnos, cuidarnos, amarnos y relacionarnos.
Te propongo revolucionar juntas la autoestima.
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