Las acciones reparadoras tras una explosión violenta contra los hijos tienen una importancia esencial en la reducción del impacto del daño emocional.
La existencia o no de acciones reparadoras adecuadas marcará la diferencia en cuanto al alcance del daño y su nivel de afectación al desarrollo de los niños y las niñas.
Es prácticamente imposible reducir a cero las explosiones violentas.
Además, la sociedad legitima que se produzcan en el ámbito privado y con los propios hijos, como mecanismo adaptado a un sistema violento.
Por tanto, es bastante probable que explotemos con nuestros hijos.
Así, es muy importante que pongamos en marcha acciones reparadoras que ayuden a que el impacto emocional de la interacción violenta quede circunscrito a esa interacción y no vaya más allá, convirtiéndose en una herida más profunda.
Hay 7 acciones reparadoras imprescindibles que puedes poner en práctica desde ya.