Practicar el colecho es muy beneficioso tanto para los niños como para los padres. Aunque en España se considera una práctica muy controvertida, existen estudios en los que se demuestra que el colecho beneficia a quienes lo practican, siempre y cuando se realice respetando las normas de seguridad necesarias.
El colecho ha sido muy criticado por profesionales defensores de que los bebés deben dormir solos desde el nacimiento. Sin embargo, el 87% de los niños del mundo duerme acompañado. De hecho, las únicas áreas geográficas en las que no se practica el colecho de forma habitual son el sur de Europa, Estados Unidos y Canadá. En el resto del mundo, esta práctica está muy extendida y se realiza con naturalidad.
Se estima que en países como Noruega, Suecia o Japón, casi un 90% de las familias duermen con sus bebés de forma habitual.
Así pues, en culturas muy distintas y desde tiempos muy antiguos, los padres duermen con sus bebés normalmente. Esto nos indica que el colecho es un hábito que ha permitido a la especie humana perpetuarse, por lo tanto no es perjudicial. Simplemente, las tendencias culturales de cada sociedad van estipulando cómo deben hacerse determinadas cosas, pero esto no indica que lo que estipulen sea lo mejor.
Aún así, en nuestra cultura se ha cuestionado mucho si esta práctica es adecuada. Incluso ha llegado a calificársela de peligrosa.
No obstante, en diversos estudios científicos se ha encontrado que el colecho aporta beneficios al bebé y a sus padres.
¿Cuáles son los beneficios del colecho?
El colecho tiene beneficios evidentes para la madre y el bebé lactante. Los bebés que duermen junto a sus madres suelen tener un sueño más tranquilo y reparador. Maman tres veces más que los bebés amamantados que duermen separados de sus madres. Este incremento del amamantamiento por la noche tiene efectos muy positivos en la salud del bebé.
Aunque los bebés que duermen junto a sus madres se despiertan un número mayor de veces para mamar, la duración de estos despertares es más breve, por lo que el descanso del bebé y de su madre es mayor.
El sueño del bebé que colecha con su madre es un sueño supervisado. La madre está cerca y es consciente (aunque esté dormida) de los movimientos del bebé. Esto le permite responder rápidamente a las necesidades de su bebé durante la noche.
Los bebés que duermen con sus padres lloran sensiblemente menos que los bebés que duermen solos. Así, puede deducirse que su nivel de bienestar es mayor y sus niveles de estrés, menores. Esto incide muy positivamente en su crecimiento físico y en su desarrollo emocional.
Dormir juntos refuerza el vínculo afectivo entre el bebé y sus padres. El sueño compartido es beneficioso para la comunicación y la interacción familiar.
El tiempo dedicado al descanso constituye, además, un tiempo de calidad que se comparte, evitando la separación forzosa que, en muchas ocasiones, causa angustia al bebé.
En varios estudios científicos se han encontrado efectos positivos del colecho en relación con aspectos psicológicos del niño que lo practicó en su primera infancia. Algunos de estos beneficios pueden resumirse en: mayor autoestima, mejor comportamiento (más autocontrol), mayor seguridad en sí mismos, más tolerancia al estrés, mayor nivel de optimismo y mayor grado de felicidad.
Lógicamente, los bebés necesitan el apoyo de sus padres para ir desarrollándose y aprendiendo. Se les acompaña en sus primeros pasos, se les enseña a comer nuevos alimentos o a decir nuevas palabras y nadie duda de que esto haya de ser así. Pero se intenta negar el apoyo para dormir. Esto es muy incongruente, puesto que los bebés también necesitan apoyo y compañía mientras descansan. Esto les da seguridad y confianza, lo cual les permite dormir mejor.
Aun así, para que el colecho sea una práctica positiva, debe haberse decidido libremente y de mutuo acuerdo por parte de los padres. Si se utiliza como último recurso para que el niño duerma, en contra de la voluntad y las creencias del adulto, probablemente no reporte beneficio alguno, si no todo lo contrario.
Si se acepta al niño en la cama de los padres después de haber peleado porque el niño duerma solo, culpabilizando y regañando al niño porque no quiere dormir solo, el colecho deja de ser una práctica agradable y se convierte en una guerra familiar que no es buena ni para el niño ni para sus padres.
El colecho debe practicarse de manera natural y todos los que lo practican deben estar de acuerdo en que es así como quieren descansar.
Para concertar los servicios de asesoramiento psicológico y/o acompañamiento emocional de Mónica Serrano, consulta la información necesaria aquí
6 comentarios en «Beneficios del colecho para los bebés»
Excelente información!! Papá y yo porteamos a nuestro bebé desde que nació y además practicamos el colecho, yendo en contra de las opiniones de los demás, realmente ha sido beneficioso para los tres, compartiendo juntos la misma cama. Saludos
No se que tipo de estudios demuestren lo contrario, pero por la experiencia que hemos tenido como padres dormir con el bebé no afecta la relación de pareja, sino que incrementa enormemente los vínculos entre los mismos y el nuevo miembro de la familia, y a mi modo de ver las cosas esto es lo que necesita la sociedad actual para fomentar el amor y el respeto en la familia que se verán reflejados en el comportamiento de nuestros hijos en la sociedad. Necesitamos seres amorosos, sociables y respetuosos.
Hola, quisiera saber hasta qué edad puede uno dormir con ellos … desde cuándo ellos empiezan a hacer la transición para dormir solitos?
Totalmente deacuerdo contigo. Como dice mi abuela. Nosotros dormimos cuatro y aunque es muy agotador aveces, por dar el pecho a los dos, veo en sus pequeñas caritas que estan felices, seguros y mi pequeña de 3.5 años es muy respetuosa hacia su hermanito de un año. Esta es la mejor epoca de nuestra vida y la gente crea problemas en algo tan natural como protejer, querer y respetar a tu hijo.
Creo que cada familia es un mundo y es muy difícil dar fórmulas para seguir al pie de la letra, más allá de que por supuesto siempre hay que respetar y cuidar a los niños. Con mi hija que hoy tiene dos años y medio no practicamos nunca colecho, por así decirlo, mientras tomaba teta, hasta hace un mes atrás, yo le daba en la cama y cuando se dormía la pasaba a la cuna ( que está en nuestra habitación y todavía no creo que sea momento de pasarla a otra habitación) y ahora se acuesta con nosotros y la paso cuando está dormida. Jamás lloraba de bebita y ahora es una luz, muy inteligente, super habladora y muy segura de sí misma. Pero creo que no es solo la hora de ir a dormir lo que forja el carácter y seguridad de un niño si no todo el contexto en el que se lo educa. Y lo importante es hacer las cosas de forma natural, lo que se acomode a cada familia, porque no todos tienen las mismas posibilidades.
Hasta ahora no sabía lo que era colecho, ya que volví a ser madre después de 14 años, y bueno buscando información llegué aquí, muy interesante por lo demás, mi bebe duerme conmigo desde q nació, si bien es cierto mama mucho durante la noche, no llora en toda la noche, pero una cosa es cierto no la baño de noche porque se reactiva…