Seguro que muchas veces os habéis sentido juzgadas por otras madres o por profesionales porque acostáis “demasiado tarde” a vuestros bebés. La idea general es que los niños pequeños han de irse temprano a la cama. Todos. Sin excepción.
Esta idea generalizada parte de la tendencia social adultocentrista de considerar a los bebés como seres humanos de segunda categoría, sobre los cuales no existen diferencias individuales ni formas de ser únicas ni necesidades y ritmos personales.
Una de las recomendaciones que más me ha sorprendido en mi trayectoria profesional y como madre sobre el sueño de los bebés es que hay que acostarlos sobre las 21:00h porque a esa hora los bebés tienen más sueño.
Esta recomendación, recibida por parte de compañeras profesionales de educación de niños de 0 a 3 años me parece una de las más absurdas que he escuchado.
Esta recomendación elimina por completo el respeto a los ritmos individuales de sueño de cada niño, estableciendo una hora de acostarse común a todos los niños.
Además, orienta a las madres a tratar de que sus bebés se duerman aunque no lo necesiten en ese momento, a tratar alterar el biorritmo del niño y, como posiblemente no conseguirá que su bebé se duerma, a frustrarse por ello e, incluso, sentirse culpable por no lograr que su hijo se duerma a la hora que los profesionales le han recomendado.
En realidad, el sueño del bebé y los ciclos de sueño-vigilia varían enormemente durante los primeros años de vida. El respeto a estos ritmos favorece el adecuado desarrollo del sueño, pues permiten al bebé regular sus necesidades de descanso y sus períodos de actividad en función de sus propias necesidades.
El respeto a los ritmos y las necesidades del bebé evitan situaciones desagradables en que una madre trata de que su bebé se duerma porque se supone que ha llegado el momento de ello. Consecuentemente evita la sensación de fracaso de la madre al no lograrlo y el malestar del bebé que no quiere dormir.
Todo esto favorece el desarrollo de hábitos de sueño saludables en el niño, pues no asocia situaciones desagradables al momento de dormir, así como respeta la necesidad real del niño, lo cual promueve un estado emocional positivo relacionado con el sueño y el descanso.
Por ello, el hecho de que un bebé no se duerma a la hora que socialmente se considera aceptable no indica que se vayan a desarrollar hábitos de sueño poco saludables, siempre y cuando se favorezca que el bebé duerma la cantidad de tiempo que necesita.
Os invito a que contéis, en los comentarios, las recomendaciones absurdas que habéis escuchado sobre el sueño infantil.
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Mónica Serrano Muñoz
Psicóloga especializada en Maternidad y Crianza Respetuosa
Col. Núm. M26931
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5 comentarios en «Recomendaciones absurdas sobre el sueño del bebé: todos a la cama a las 21:00»
Como siempre muy buenos consejos. Gracias
la pregunta es que hacer si el bebe no quiere dormir…solo dejarlo??? y que pasa con el sueno de los demas integrantes de la casa?
A mi lo del sueño me trae frita pero ya desde yo bien pequeña!!!! He sido una niña maldurmiente creo que precisamente por eso que comentas, aunque no dudo de la buena intención de mis padres. Ahora con mi peque de 2 años y a pesar de ser absolutamente diferente la crianza )colecho, se duerme a la teta…) no termino de llevar bien los continuos despertares y que haya días q no se quiera dormir (ni a las 21, ni a las 22 ni a las 23), sobre todo porque madrugamos mucho los padres… y yo tengo despertares superligeros… pero imagino q con la edad mejorara! o no pero será como yo que vamos capeando las noches como podemos! 🙂
Mi experiencia: yo creia en esos consejos sobre los horarios. Pero en vez de hacerlos estrictos los adapte y hasta ahora tengo buenos resultados: desde que mi bebe se pudo bañar, hice una rutina diaria: todos los dias a las 20hs los baño. Hasta los 8 meses, era baño, teta y a la cama. A veces dormiamos rapido, otras jugabamos un rato. Cuando comenzó a cenar, era cena, baño y a la cama con la teta.
Ahora que es mas grande (tiene 3) seguimos con el baño – cena o cena – baño y despues lo invito a ir a dormir. Si tiene sueño, se acuesta y duerme. Si no, me pide y mira un rato dibujitos, o leemos algun cuento.
El truco de la rutina, es que el entendio desde que tiene capacidad, que a la noche hay que dormir eventualmente, y eso hace que no haya ansiedad ni locuras. Lo mismo a la siesta! Asi que lo que rescato del pesimo consejo de FORZAR al niño a dormir, es que respetar sus tiempos es lo que mejor funciona!
Consejo (más bien imposición) n°1 made in profesionales neonatos de hospital tras 1 mes ingresado con sonda nasogástrica…
Dar de comer cada 3h al bebe porque si no hipoglucemia y poco menos que se muere…
Resultado… 1 año con el bebe despertandose cada 3h sin mas necesidad que dar dos tragos al biberon para volverse a dormir, y sus padres muertos en vida…
Hemos probado todo, no funciona nada, tiene ese ciclo grabado a fuego…