La autoestima no es el resultado de una evaluación a mí misma del tipo cómo me veo, qué he logrado, qué he conseguido o cómo me describo, aunque tradicionalmente se haya concebido de esta manera.
La autoestima, sin embargo, es qué siento hacia mí misma, el cariño que me tengo, la lealtad hacia mí misma, la comprensión, la compasión.
La autoestima es mucho más que una evaluación hacia una misma.
NO es la calificación de un examen que yo misma me hago.
NO es el resultado de una prueba, no me pongo a prueba y en función del resultado me califico y en función de eso, me valoro o no.
Autoestima son los sentimientos que cada una tenemos hacia nosotras mismas, cuánto nos queremos y cómo: si nos respetamos, si nos tratamos bien, si nos comprendemos, si nos dedicamos tiempo a nosotras mismas, si nos cuidamos a nivel emocional, si tenemos en cuenta nuestros deseos, nuestra voluntad, nuestras necesidades…
Es esa relación de amor, de cariño, de lealtad, de comprensión hacia ti misma.
Por lo tanto, no depende de una evaluación. No depende de si he logrado muchas cosas en la vida, si tengo un aspecto físico determinado, si tengo una situación laboral favorable, si soy habilidosa, si soy inteligente, etc. Esto sería una descripción, el concepto que cada una tiene de si misma.
La autoestima es un sentimiento. Puedes amar a otra persona, y amarte a ti misma también, independientemente de tus logros, de tu físico, de tu éxito o fracaso en la vida.
Independientemente de tu nivel económico, de tu cualificación profesional, independientemente de todo eso.
Autoestima incondicional es quererte, amarte, cuidarte, serte leal, ser honesta contigo, dedicarte tiempo, independientemente de todo lo demás.
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Mónica Serrano
Psicóloga Humanista
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