Te cuento un poco mi historia: Tengo una niña de catorce meses que tomó lactancia materna sólo la primera semana de vida.
Mi hija durmió mal desde el día que nació. Nunca fue de esos bebés que comen y duermen. Ya en el hospital no quería estar en la cuna, lloraba. Y tenía que estar conmigo en la cama todo el tiempo, pegada a mí.
Ahora tiene catorce meses. Despierta varias veces, tres o cuatro…a veces más. Hay días que se duerme enseguida otra vez. Y otros que tarda muchísimo, y que se mueve un montón, se pone en posturas imposibles, y parece que no está cómoda de ninguna manera…
El caso es que ahora despierta y señala el biberón, cuando ya te había dicho que no comía de noche desde los cuatro meses. Pero parece que a raíz de estar mala, y de ofrecérselo a veces por si había quedado con hambre, se acostumbró otra vez. Aunque yo creo que no es hambre sino que busca consuelo… Toma un poco y vuelve a dormir… He probado a ofrecerle agua pero no la quiere.
Realmente el que tome biberón no me preocupa si es lo que quiere, pues realmente es el que se tendría que tomar a la hora de cenar, que tras comer cena sólida no lo quiere. O sea que por cantidad no me parece mucho lo que toma. Es más porque me parece una costumbre que supongo debería eliminar. Bueno, que no sé si lo hago bien o no dándoselo. O simplemente no debo preocuparme y cuando no lo quiera dejará de pedirlo?
Ahora mismo duerme conmigo casi toda la noche, es otra cosa que volvimos atrás tras estar mala. Pues en esa época la metía en la cama casi al principio de la noche, y aunque ella ya estaba en la cuna hasta las seis de la mañana, a raíz de ahí, cada vez que despertaba me daba los brazos para que la cogiera… y la volvía a meter en mi cama.
Con lo cual resumiendo, mis mayores dudas son acerca de:
-El tema del biberón nocturno.
-El desasosiego que tiene muchas noches que le cuesta tanto volver a dormir, se mueve sin parar a veces casi durante media hora o más hasta que vuelve a pillar el sueño, y así varias veces las noches que toca.
-Y me gustaría que valoraras cuando sería un buen momento para empezar a inculcarle que debe dormir en su cama ella solita y cuál sería un buen método para hacerlo.
(Como se deduce de todo lo que te cuento, tanto el colecho como el porteo los practico por necesidad, pues aunque me encantan, creo que deberían poder realizarse sólo cuando te apeteciera, a ti o al bebé… y no como obligación porque si no, no se duerme… no sé si me explico. Que soy partidaria de hacerlo por placer, y no por obligación. Pero es lo que hay)
Estimada amiga.
Gracias por confiar en mí para realizar tu consulta.
En lo que escribes yo percibo bastante malestar emocional por tu parte sobre la manera de dormir de tu hija. Parece que el proceso de sueño de tu hija no se corresponde con tus expectativas.
Esto es comprensible pues, muchas veces, lo que nos transmiten sobre cómo duermen (o sobre cómo deberían dormirlos bebés) no se corresponde con la realidad natural de niño y resulta muy frustrante para las madres.
Lo que comentas sobre la evolución del sueño de tu hija es completamente normal: períodos breves de sueño los primeros meses de vida, despertares, búsqueda de contacto para dormir… Como explicaré en el apartado de desarrollo evolutivo del taller sobre Sueño Infantil , estas características se corresponden con las propias de la edad de tu hija.
Por otra parte, comentas que te has visto obligada a portear y a colechar porque si no estaba junto a ti, tu bebé no se dormía. Esto también es normal. Te sientes obligada pero yo definiría esta situación como que has respondido a la necesidad afectiva de tu bebé. Más que una obligación para ti, podría conceptualizarse como una necesidad real de tu bebé.
También se comentaré en el taller. Los bebés necesitan estar atendidos tanto por el día como por la noche. Necesitan nuestra cercanía para sentirse seguros y protegidos, también (o incluso más) mientras duermen.
El mejor momento para inculcarle que duerma sola es cuando observes que está emocionalmente preparada para ello. Para esto, como comenté en el taller, la niña necesita un nivel de desarrollo motor, cognitivo, lingüístico y social adecuadopara ello.
En cuanto al biberón nocturno, debemos tener en cuenta que la succión es un mecanismo natural del niño para tranquilizarse. La mayoría de los niños succionan para conciliar el sueño. Los que no están destetados succionan el pecho materno y los que ya han sido destetados succionan chupetes, biberones u otros objetos sustitutos.
Tu hija, que sólo tiene 14 meses, necesita succionar para conciliar el sueño y prefiere hacerlo de un biberón lleno de leche.
Si partimos de la base de que, según estudios antropológicos, la edad natural del destete se situaría en la franja de edad de entre los 4,5 y los 7 años de edad, podemos deducir que la necesidad de succión se extiende hasta esta franja de edad y que, si los niños mamasen hasta que se destetasen de manera natural, estarían realizando tomas nocturnas hasta esa edad.
Por lo tanto, el hecho de que tu hija succione un biberón con leche en sus despertares nocturnos no le está provocando un hábito negativo. Simplemente responde a una necesidad natural de los niños de esta edad. No debes preocuparte, llegará un momento que deje de necesitar succionar para dormir. Tampoco significa que se vaya a acostumbrar a comer por la noche ni nada por el estilo.
En cuanto al tema del desasosiego durante los despertares, sólo con la información que me das yo no puedo saber cuál es la causa. Sin embargo, sí puedo recomendarte cómo gestionarlos.
En primer lugar, es muy positivo que duerma junto a ti. Sería bueno que mantuvieses el colecho, pues tu proximidad le ofrece seguridad y tranquilidad.
Por otra parte, es esencial que respondas en cuanto notes que se ha despertado. Ofrécele el biberón rápidamente. Si aún mamase, te diría que le ofrecieses el pecho de manera inmediata. Por lo tanto, en vuestro caso, te recomiendo que le ofrezcas el biberón en lugar del pecho. Esto evitará que se despierte del todo y le ayudará a calmarse y a volver a conciliar el sueño. Puedes ofrecerle el biberón en cada despertar, no hay ningún problema en ello.
Un abrazo fuerte,
Mónica Serrano
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