Seguro que te ha pasado (a mí sí) que has empezado a sentir dolor en una muela y lo has ido dejando pasar, quizás reduciendo el dolor con antiinflamatorios, pero sin ir al dentista.
Así, ha ido pasando el tiempo hasta que un día, de pronto, la muela se parte y ya no se puede retrasar más.
Vas al dentista y te tienen que hacer un tratamiento más invasivo y más caro que si hubieses ido cuando el dolor comenzó.
¿Lo dejaste pasar hasta que se rompió por dejadez, ignorancia, pereza? Seguro que no.
Seguramente lo fuiste dejando porque no le diste demasiada importancia. Siempre había cosas más prioritarias que atender o, simplemente, podías aguantar un poquito más.
Y aguantaste hasta que se rompió.
Si lo piensas, es alarmante como nos dejamos de lado, como nos ponemos en situación de soportar dolor, cansancio o malestar, hasta casi llegar al límite.
La historia de la muela es solo un ejemplo. Lo hacemos en muchas situaciones diferentes: trabajar hasta la extenuación, saltarnos (años) revisiones médicas anuales, retrasar hasta la eternidad esa cena con amigas que tanta ilusión nos hace… ¿Se te ocurren otros ejemplos? (me encantaría leerlos 🤓).
Esto sucede porque, probablemente, no podemos hacernos cargo de nuestro autocuidado.
Seguramente somos cuidadoras excelentes de otros pero no podemos cuidarnos a nosotras.
Cuando esto sucede, siempre hay autoabandono en mayor o menor intensidad.
Y esto está muy generalizado y se intensifica cuando nos convertimos en madres.
Quizás te estés preguntando por qué sucede esto.
Realmente, las posibles razones son múltiples y dependerán de cada caso personal, pero, en general, tiene que ver con ideas socialmente transmitidas dentro de un contexto machista y con la calidad de los cuidados emocionales recibidos.
¿Te empieza a sonar un poco?
En mi próximo curso, Autocuidados para supercuidadoras, lo vamos a ver y le vamos a dar una vuelta a todo esto.
Vamos a sentar las bases del autocuidado, recolocando responsabilidades, evitando las culpas y siendo realistas.
Es un curso directo al grano, fácil de seguir y asequible. Espero que te puedas unir y podamos construir juntas estos autocuidados emocionales maternos antes de que algo se rompa (como la muela 😉).
Información e inscripción aquí https://www.psicologiaycrianza.com/autocuidados-para-supercuidadoras/